Escuchar y entender las necesidades de nuestros clientes es nuestro punto de partida. Fomentamos la comunicación abierta y la retroalimentación a base de reuniones iniciales, diseño de objetivos, actualización del contexto y lealtad a la identidad de nuestros clientes.

Como segundo paso, revisamos y analizamos la información generada en el paso uno, considerando tendencias del mercado, avances de la industria, objetivos comerciales, contexto del cliente y del negocio, investigación legal y comercial, sustancia y trascendencia del proyecto.

En esta etapa, como Socio Estratégico, diseñamos la visión del proyecto; conectamos las brechas que tienen nuestros clientes y diseñamos una estrategia específica con el fin de generar valor atemporal entre los servicios que consideramos necesarios, para satisfacer las metas del proyecto. En este punto, entregamos un reporte que define la estrategia, el alcance e implicaciones del proyecto, así como las siguientes actividades en un cronograma ejecutivo y preciso.

Proporcionamos al cliente un listado del grupo de trabajo, información de las personas que forman parte del proyecto, plan de pasos con tiempos, objetivos y perfiles de los responsables de la implementación del proyecto, entre otros. Administramos e implementamos la visión del proyecto, estableciendo informes y reuniones semanales, talleres, sesiones ejecutivas y las herramientas necesarias para generar un enfoque y un impacto trascendental.

La calidad es fundamental en nuestro proceso de trabajo. Una vez finalizado el proyecto y antes de entregarlo a nuestros clientes, un socio ajeno al proyecto analizará y revisará las piezas finales para confirmar su calidad e impacto. Este último paso nos da la posibilidad de encontrar posibles puntos ciegos y responder de forma asertiva y atemporal.